Maria Roraluam

Queridos amigos, quiero compartir con todos vosotros la lectura de mi último libro: ¨La ridícula idea de no volver a verte¨, de Rosa Montero.

Cuando me recomendaron leer este libro, si os digo la verdad, no me hizo nada de gracia. Me imaginé una biografía más de Marie Curie, me imagine que solo se hablaría de sus logros en los Premios Nobel, pero desde sus primeras páginas me di cuenta de que estaba equivocada. Una vez que empiezas a leer no puedes dejar de saber más sobre la fascinante vida de una mujer espectacular como Marie Curie.

La autora se centra en la persona, no en la Nobel que fue Marie. Gracias a ello nos hace sentir las emociones y sentimientos con las que tuvo que vivir Marie. Una polaca fascinante que fue capaz de ganar dos premios Nobel: uno de Física, junto a su marido Pierre Curie, y otro de Química, en solitario. Es impresionante su forma de plantear la vida y la muerte como similares. Marie Curie supo compaginar su trabajo con el de ser madre y mujer sin culpabilizarse por no ser mejor madre y no haberse podido despedir de su marido, Pierre, al no completar la narración de su existencia en común.

Rosa Montero redacta la desgarradora pérdida que sufrió Marie Curie tras el fallecimiento de su marido, Pierre Curie. Una reflexión de la vida y la muerte, quien la supera y quien se queda atrás, pero además narra sin tapujos el final de la vida en común de los premios Nobel. El libro tiene su origen en el diario de Marie Curie. Ella lo escribió tras la inesperada muerte de su esposo, atropellado por un coche de caballos, cuando aún era bastante joven. Quien lee esta maravillosa novela le da otro sentido a la temida muerte, da significado a la vida, vivida y compartida. Tanto para la persona moribunda como para quienes sobrevivirán.

Es increíble la narración y similitud del diario de Marie, sobre todo, en el párrafo donde describe la angustiosa y brutal situación después de que Pierre muera en la calle. La acción que se graba en mi memoria episódica como lectora, es cuando ella guarda un pañuelo con el que había tratado de limpiarle el rostro. En él expone, con el mínimo de detalle, el estado del pañuelo donde se habían incrustado en el tejido los coágulos de sangre y restos de los sesos de su marido. Sin embargo, esto no es lo más brutal y desgarrador del relato. A los dos meses, Marie implora a su hermana que le ayude a quemar el tejido, pero antes necesita besarlo y acariciarlo ante el horror de su hermana. Una situación a la que solo se le puede poner fin con una frase impresionante y desconsoladora: “beso lo que queda de ti a pesar de todo”.  

La autora, a través de la pérdida de Marie Curie, cuenta el duelo que tuvo que soportar tras la muerte de su marido, Pablo Lizcano. Rosa Montero, no sé si intencionadamente o no, comparte con los lectores sus propios sentimientos y reflexiones al mismo nivel que los de Marie Curie. La combinación de perspectivas entre ambas no nos demuestra, únicamente, la grandiosidad de la autora como escritora, también muestra su humanidad, ya que abre su corazón al lector como lo hizo Marie Curie en su diario. Dos duelos vividos de maneras distintas, pero compartiendo los mismos sentimientos.  Gracias a la experiencia de ambas, el espectador es capaz de aprender a vivir de lo vivido.

Una novela donde se denuncia el machismo en el sector laboral, en este caso la ciencia, y cómo los límites que imponen la sociedad a las mujeres pueden ser superados. Una metáfora similar al duelo que hay que traspasar con la muerte de un ser querido.  Pero en este libro hay algo que marca la diferencia de perspectivas: la época. Marie Curie, aunque fue una cientifica brillante y competente, no supo gestionar sus sentimientos y acabó metida en una espiral de infelicidad. En cambio, Rosa Montero fue capaz de superar su batalla porque gestionó sus sentimientos. Desde mi punto de vista, todo se reduce al siglo en el que vives porque puedes apoyarte de vivencias que te muestren qué puerta te permite salir del túnel. Marie Curie no pudo encontrarla, pero Rosa Montero lo logró gracias a las vivencias de ella.

ROSA MONTERO

La ridícula idea de no volver a verte

Cuando Rosa Montero leyó el maravilloso diario que Marie Curie comenzó tras la muerte de su esposo, incluido al final de este libro, sintió que la historia de esa mujer fascinante le llenaba la cabeza de ideas y emociones.

La ridicula idea de no volver a verte nació de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino: ¨Este es un libro sobre la vida… apasionado y alegre, sentimental y burlón.

Al hilo de la extraordinaria trayectoria de Curie, reflejada aquí en sus aspectos más desconocidos, Rosa Montero construye una narración a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria de todos, el análisis de nuestra época y la evocación íntima; habla de la superación del dolor, de las relaciones entre hombres y mujeres, del esplendor del sexo, de la ciencia y de la ignorancia, de la fuerza salvadora de la literatura y de la sabiduría de quienes aprenden a vivir con plenitud y ligereza.

Un texto auténtico, emocionante y cómplice que te atrapará desde sus primeras páginas. Sentirás que ha sido escrito solo para ti, como siempre sucede con la literatura.